El Templo de Horus es un templo grecorromano construido durante la dinastía Ptolemaica, y es sin duda uno de los templos antiguos mejor conservados de Egipto, y que también figura en muchos de nuestros paquetes turísticos de Egipto épico.

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Aunque este lugar se menciona a menudo como una de las mejores atracciones turísticas de Luxor, el Templo de Horus se encuentra en realidad en la orilla occidental del Río Nilo, cerca de la ciudad de Edfu. Aunque Egipto alberga muchos templos antiguos espectaculares, haría falta mucho para superar al Templo de Horus, y especialmente en términos de conservación, ya que es considerado por muchos como el templo mejor conservado del país.

El Templo de Horus es un templo grecorromano construido durante la dinastía Ptolemaica. Se construyó junto con otros templos notables, como Dendera, Esna, Kom Ombo y Philae. Su gran tamaño y su extravagante diseño son un claro indicio de la prosperidad del país en aquella época. Estaba dedicado al Dios Halcón Horus, y de hecho es el mayor Templo de Horus jamás construido.

Breve historia del Templo de Horus

La construcción del Templo de Horus comenzó el 23 de agosto de 237 a.C. durante el reinado de Ptolomeo III. Sin embargo, el templo original sólo constaba de dos salas transversales, un santuario, una sala con pilares y algunas pequeñas capillas. El Templo de Horus, tal y como lo conocemos hoy, no se terminó hasta muchos años después, en el 57 a.C., durante el reinado de Ptolomeo XII.

En el año 391 a.C., Teodosio I de Roma declaró ilegal todo culto no cristiano en todo el Imperio Romano. Como resultado, los egipcios ya no pudieron utilizar el templo con fines religiosos. Aunque los romanos nunca se propusieron destruir el templo, muchos de sus mejores artefactos y esculturas fueron destruidos. Otros fueron gravemente desfigurados por los cristianos romanos, que por aquel entonces se habían apoderado del control de Egipto. Hasta hoy, los visitantes del lugar pueden ver pruebas visibles de esta destrucción. Por ejemplo, el techo ennegrecido de la sala hipóstila. Los historiadores creen que esto fue causado por los incendios que los cristianos podrían haber iniciado en un intento de erradicar cualquier rastro de paganismo.

En un momento de la historia, el Templo de Horus también quedó sepultado a 39 metros de profundidad como consecuencia del desplazamiento de las arenas y del comportamiento del cercano Río Nilo. Durante este periodo se construyeron varias casas sobre el terreno del templo, y los arqueólogos se vieron obligados más tarde a volver a identificar el templo. Finalmente, se puso en marcha un importante proyecto de limpieza de arena y el majestuoso Templo de Horus volvió a ser presentado al mundo.

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Visitar el Templo de Horus hoy en día

Como ya se ha mencionado, el Templo de Horus sigue intacto y es sin duda uno de los descubrimientos arqueológicos mejor conservados de todo Egipto, y ocupa un lugar destacado en casi todos nuestros cruceros por el Río Nilo.

Algunos de los aspectos más destacados del templo son las innumerables inscripciones visibles en sus paredes, así como las inscripciones y relieves que adornan la entrada al templo, que se edifica a través de un enorme pilón de 36 metros de altura. El propio pilón también está decorado con varios relieves o esculturas que representan a Ptolomeo XII conquistando a sus enemigos. Además, los dos halcones gemelos de granito, más grandes que la vida, que custodian la puerta del templo son realmente un espectáculo para la vista.

El templo está bien orientado al turismo y, como tal, la visita al lugar constituye una experiencia realmente agradable. Si tiene previsto reservar uno de nuestros cruceros por el Nilo de Luxor a Asuán, o está pensando en reservar uno de nuestros cruceros por el Nilo de Asuán a Luxor, lo más probable es que la visita al Templo de Horus ya esté incluida en su itinerario.